Otras Voces

Licenciatura en Artes Visuales

Cátedra: Semiótica del Arte y Comunicación

Trabajo Práctico Final

Profesora: Molinas Isabel

Estudiante: Moyano Magalí Sofía

Año 2017

Producciones artísticas en relación con la naturaleza: ¿qué efectos de sentido tiene la incorporación de verbos/conceptos la obra de Cristina Aimaretti?

Para el presente artículo, se ha tenido en cuenta la elección de una artista cercana, cordobesa, que ha vivido   desde su infancia en la localidad de Arroyo Leyes de la provincia de Santa Fe. Se trata de Cristina María Aimaretti, quien realiza actualmente producciones artísticas donde pone en evidencia una relación ancestral, originaria, del hombre con la naturaleza.

Su obra podría enmarcarse dentro de lo que se denomina Land Art, noción que tuvo origen en los Estados Unidos a fines de los años „60, una práctica artística que buscaba romper con la tradicional producción escultórica, huía del museo y de las galerías, asociándose a una conciencia ecológica del territorio, modelando el marco natural. Dicha denominación se extiende a obras efímeras (registradas por la fotografía o el video) que se caracterizan por una actitud simbiótica con la naturaleza y el descubrimiento de signos presentes en el paisaje (Ferrer, 2010:146), como se encuentra latente en la obra de Cristina. Además, tales características son propias de obras artísticas en las que la idea, la acción, lo efímero son sobretodo conceptuales. Un arte conceptual que ya no es más arte retiniano de contemplación de la estética de la obra artística, sino que coloca al espectador en un lugar no pasivo, que lo interpela desde la pregunta, el problema, la solución; es arte conceptual que tiene mayor carga simbólica que materialidad, que resulta de una acción registrada en un espacio tiempo determinado que se reproduce en videos y fotografías infinitamente, multiplicando y actualizando su herencia conceptual (Speranza, 2006).

Ahora bien, hablar de rupturas en el campo artístico, sobre todo en el campo de la escultura, es hablar del concepto de campo expandido desarrollado por Rosalind Krauss. Arte sin límites que surge del entrecruzamiento de las disciplinas artísticas y otras disciplinas fuera del campo de las artes, lo cual produce cierta indefinición, maleabilidad, incertidumbre, donde lo instituido o lo convencional ya no es punto de partida, un lugar seguro desde donde mirar, decir o hacer. Y donde las plurales posibilidades de recepción de la obra permiten una serie de lecturas siempre variables generando un campo de posibilidades interpretativas, con elementos que establecen varias relaciones recíprocas en el cual se articulan el lenguaje visual y el lenguaje verbal, como también el juego de la creatividad, la subjetividad y la crítica en el proceso productivo de la obra de Aimaretti.

En sus argumentos, Cristina cita a Lippard al decir que “nunca desde el arte regional de los años

30 había habido tanta gente interesada en mirar a su alrededor y en dejar constancia de lo que ven o les gustaría ver en su entorno a través de lo que llaman arte. Algunas de esas personas han querido ir más allá tanto de la función reflexiva de las formas convencionales de arte, como de la función de protesta de gran parte del arte activista” (Lippard, 2001:2).

Dichas palabras funcionan como el marco que acompaña a sus obras: “Bañado”, “Laguna”, “Traje-Paisaje”, “Horizonte desenhebrado”. Es así que, las acciones realizadas por la artista están embebidas de una vivencia íntima con el medio natural donde se realizan, que al ser caminado se vuelve aprehendido, ella se vuelve parte del paisaje. Para la artista, “recorrerlo es hacerlo nuestro, descubrir que paso a paso se llega a todos lados dejándose impregnar por los olores, los sonidos, las irregularidades del terreno, el latir del terreno a cada paso” Aimaretti (s.f.).

Para Bourriaud, estas acciones que resultan de la experimentación, consisten en jugar con los signos y significados de lo ya existente, utilizando lo dado, los elementos/productos de la naturaleza. Es decir que, con sus obras, Cristina reinterpreta, recodifica y reexpone dichos elementos/productos naturales con los que se encuentra en ese caminar, ya no planteando la pregunta artística de ¿qué es lo nuevo que se puede hacer? sino ¿qué se puede hacer con?. Pensar la obra de Aimaretti en términos de postproducción de Bourriaud, más allá de que este se aplique a obras que utilizan lo ya realizado por otros artistas, nos permite abrir el horizonte en la crítica de este tipo de producciones artísticas actuales que se apropian y habitan lo cotidiano interpelando los códigos culturales en relación al nexo/lazo entre el ciudadano y el ambiente natural que le rodea, donde los elementos/productos naturales son lo ya realizado, se reciclan, y cobran otros sentidos.

En dicha acción, se produce un hecho significativo. Mediante los tejidos, las instalaciones, videos y fotografías, la artista genera nuevos verbos para poder denominar aquello que sucede con el ambiente natural en su proceso creativo. Así como los uruguayos, cuando se mudan a vivir a Montevideo al cabo de algún tiempo dicen “me agenté” (agentarme) queriendo significar que “la ciudad se les metió adentro”, en esa vivencia íntima con el paisaje de Arroyo Leyes, Cristina cree lagunearse (lagunarme). Esto implica poner nombre, saber decir, saber comunicar específicamente la relación estrecha que se establece entre el hombre y la naturaleza, algo que aún no tiene palabra oficial que lo englobe.

Ahora bien, ¿qué significa encontrar un verbo a dichas acciones? ¿permite acercar al hombre nuevamente al entorno natural mediante dicha verbalización?

¿cómo impacta en su sensibilidad al espectador al hablar de lagunearse, caracolearse, plantarse?. En definitiva, ¿qué efectos de sentido tiene la incorporación de estos verbos/conceptos la obra de Cristina Aimaretti?

Heinz von Foerster plantea que una de las funciones principales que se le atribuye al lenguaje es la nominalización, la cual ayuda a comprender la realidad. Pero ese comprender es difícil porque muchas veces se trata como objetos lo que en realidad son producto de procesos, es decir, se los nominaliza, sustantiviza, donde el lenguaje viene primero y el mundo es una consecuencia de él (1995). A diferencia de lo que plantea Foerster, Cristina hace que el sustantivo se verbalice, inventa estos nuevos verbos/conceptos que conforman un lenguaje que a su vez crea una forma de vivenciar el mundo natural; ya no se representa lo que sucede entre el hombre y la naturaleza sino que es presentado. Al considerar al lenguaje como esencialmente connotativo, porque al nombrar la cosa, la acción, lo que sucede, se evoca un concepto de ella, es así que estas nociones pueden ser recíprocamente compartidas con otros. Es decir, se encuentra la posibilidad de verbalizar la realidad y a través de la misma es que se le otorga un sentido a lo real que, en este caso, es el ambiente natural del litoral.

En sus escritos, la artista observa que el bañado de la laguna Setúbal se define como el no lugar, como esos espacios no respetados ni tenidos en cuenta porque no suman en la realidad socioeconómica de las grandes urbes, pero que se resignifica en el proceso de lagunearse, caracolearse, plantarse y demás verbos/conceptos que puedan surgir en esa acción performática. Es evidente que en dichas vivencias, recorridos, observación de los “no lugares” del bañado, se produce un conocimiento de la realidad cotidiana de la naturaleza litoraleña. Para Flusser, “todo conocimiento humano, para ser conocimiento, debe ser intersubjetivo” (2007) donde la objetividad y la subjetividad son los horizontes abstractos de dicha intersubjetividad, siendo así todo conocimiento concretamente político, es decir, que tiene un impacto social. De este modo, el conocimiento sobre el bañado resulta ser un signo que está por algo, en alguna relación a algo y para alguien, respecto a la

composición triádica propuesta por Peirce, donde el proceso de significación de la obra de Aimaretti está en ese alguien, el espectador, estableciéndose una reciprocidad entre signos y significados que le dan el carácter de una obra que va más allá de la simple acción de ordenar hojas de otoño a la orilla del río formando la palabra “amor”, del tejido en trama y urdimbre de los pastos secos, de la confección de un collar de caracoles, etc.. Intencionadamente la obra de Aimaretti da nombre a la renovación del encuentro con los rincones naturales, al hecho de habitar la naturaleza, a recorrer los silencios, los sonidos, los olores, la flora y la fauna y todo el movimiento que se produce en ellos.

Por ello, los colores, las formas y la materialización de las obras artísticas de Cristina comunican estos estados emocionales que, según quien sea el espectador que los mire, podrá comprenderlos de un modo u otro, estableciendo conexiones entre lo que observa y lo que conoce o quedó registrado en su memoria. Por otro lado, la obra aquí analizada es relevante en la actualidad dada la crisis ecológica que es en gran medida responsable de la preocupación actual por el lugar y el contexto natural sobretodo; además, de la nostalgia provocada por la pérdida de raíces, siendo el origen griego de la palabra ecología: hogar y donde la experiencia de la naturaleza se ha hecho del retorno a ella algo tan mítico. Entonces, ¿puede la obra de Aimaretti «devolver a la gente al hogar», a conectarse con su entorno natural mediante la verbalización de dicho retorno? (Lippard, 2001).

Si todo acto es político, el signo mantiene su conformación triádica, y las producciones artísticas de Aimaretti son acciones sobre el medio natural, entonces no escapa que su obra tenga un valor de cambio, de que influya a quien se acerque a contemplar los resultados de las mismas. La construcción del conocimiento de lo que sucede con nuestro entorno natural no se produce en soledad, sino en vinculación con otros, con aquel posible público, posible de dar sentido y resignificar lo que ve, posible de aportar al conocimiento intersubjetivo desde su lugar, haciendo de ese intercambio, esa retroalimentación una cuestión infinita.

Siendo el lenguaje, después de los cinco sentidos del cuerpo humano, un modo de acercarnos al otro, al mundo, por primera vez, serán los verbos/conceptos planteados en la obra de Cristina los que permitan “lagunearse” por primera vez, para luego encontrarse de otro modo con el entorno natural, con otra conciencia ancestral del respeto hacia ese otro ser vivo.

Realiza un punto y ve hacia dónde te lleva. “Lagunearse” y ver hacia dónde nos lleva.

Imágenes:

1- Obra: “Anhelo”. Vestimenta/objeto con caracoles. Año 2013.

2- Video/obra: “Bañado”. Año 2013.

3- Obra: “Horizonte deshenebrado”, entramados con vegetación natural. Período 2013-2014.

Bibliografía:

  • Prof. Isabel Molinas, “Proyectos fundacionales: Charles Sanders Peirce”, apunte de la cátedra “Semiótica del Arte y la Comunicación”.
  • Cuadernillo de Semiótica del Arte y la Comunicación.
  • Krauss, Rosalind. La escultura en el campo expandido, editorial Paidós, Barcelona 1979.
  • Ferrer, Mathilde. “Grupos, movimientos, tendencias del arte contemporáneo desde 1945”, 1a Ed., Ed. La marca editora, Buenos Aires, 2010.
  • Lucy R. Lippard. “Mirando alrededor: dónde estamos y dónde podríamos estar”, en Modos de hacer. Arte crítico, esfera pública y acción directa, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 2001.
  • Nicolás Bourriaud. En «Postproducción», Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2007, pp.7-17.Papers Editores, 2010, p. 13-17.
  • Vilém Flusser. En «Revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica», N° 6, Buenos Aires, 2007.
  • -Speranza, Graciela, Fuera del campo. Literatura y arte argentino después de Duchamp, Barcelona, Ed. Anagrama, 2006, pág. 7-33.

Webgrafía:

Entrevistas

Entrevista en Estudio Barnó , texto Alejandra Bonfanti.

Su voz sonaba con el eco de esos caracoles….
Su peto protector,
guardaba el vacío espiralado de los brillantes cuerpos ausentes.
Con su lenta marcha dejaron la marca de un hilván plateado y
continuo .
En ese pasaje
reptaron del verde húmedo al pecho fértil.
Sonaron al ritmo de su latido…
Los vimos hermosos, vacíos, jaspeados y sombríos…
Y nos dejaron perplejos.
Su mano amable y laboriosa los agrupó como quien junta a la
familia en torno a la mesa.
Hubo festín, hubo música ,y cuando todo terminó, volvimos
lentamente arrastrando los pies …volviendo al río.
Y sin comprender las causas, junto con los caracoles emprendimos
el camino del barro.

Statement

Statement

Inquietud. El entorno me atraviesa, me envuelve su respirar, su latir. Mis sentidos se agudizan para poder comunicarme con lo que me rodea.

Me conmueve la comunicación, la interrelación. La permeabilidad al cambio. La intoxicación entre  seres. La simbiosis, la interdependencia. El comportamiento humano, amor, empatía, compañía, desentendidos, discusiones, infortunios, violencia.  Fragilidad…, la precariedad de la existencia y lo precioso de la misma. La imperfección.

Realizo los trabajos en sintonía con la dependencia de mi lugar en el mundo, así el tiempo para recolectar cada una de las pequeñas partes, y ensamblar sin desnaturalizar sus componentes. Ese tiempo  debe respetar las estaciones, el clima, las crecidas del río.

Soy una viajera incansable y disfruto  culturas siempre con la sonrisa del agradecimiento,  la sorpresa de otra sonrisa,  un paisaje con perfumes diferentes,  una lágrima. Pero siempre vuelvo.

Y  siempre vuelvo porque a pesar de todos los tentadores paisajes y modos de existencia tengo un estado de enamoramiento con el lugar que habito, que me invita a volver, y quizás nunca me voy del todo. Las necesidades del paisaje están íntimamente relacionadas con las necesidades de las personas; me nutro de material para contar sobre miedos, abrazos, besos, encuentros y desencuentros.  Absolutamente vinculado con la construcción de mi propia existencia, la familia y procurar vivir alegría cotidiana desde el sentir mujer.

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Genealogía

La evolución de la obra es la protagonista de las relaciones entre cada integrante de las distintas series. Esta evolución que se manifiesta en la búsqueda, el descubrimiento y la heterogeneidad, está ligada al soporte conceptual que tiene una raigambre ética.

Existe una corriente de pensamiento que analiza la vida desde la geocultura, noción que a grandes rasgos, concibe la cultura en intersección con la geografía y su medioambiente, lo que implica que todo espacio geográfico está habitado por el pensamiento de un grupo y al mismo tiempo éste está  condicionado por el lugar en el que habita. De esta manera, geografía y cultura conforman una unidad geocultural. Si bien no es mi intención desarrollar en profundidad esta categoría, considero productivo plantear el presente análisis desde esta perspectiva.

Toda postura nos obliga a una determinada mirada. Según el autor que tomemos habrá posturas políticas, defensa a culturas americanas, críticas al concepto de desarrollo occidental, a la vida de las grandes ciudades. El vínculo de la geocultura con la obra es el interés de las relaciones humanas y en relación al ambiente que los rodea, preocupación social y ambiental. Esta es la semilla del rizoma que lleva la salvia que proporciona heterogeneidad a la obra.

El arte contemporáneo ha adoptado la metáfora de rizoma, concepto propuesto por los filósofos Deleuze y Guattari. Para algunos artistas el rizoma es parte activa de su obra. Un ejemplo de esto es la obra titulada, justamente,  “Rizoma” de Charo Amigo; obra que recrea una estructura rizomática en tiras de tela de diferentes colores y texturas tejidas y tensadas; en algunos casos atravesando el espacio (exposición en la sala del “Museo diario La Capital”, Rosario) y en otros como plano paralelo a la pared (en la cantina de “La Mantovani”, durante el congreso Territorios en construcción, 2013.).

La obra que nos ocupa, titulada Anhelo, al igual que la citada en el párrafo anterior, se percibe como rizoma. Éste está descripto al detalle en un artículo de Jorge León Casero quien cita las voces de los filósofos que acompañan su análisis, para dar cuenta de la construcción de la estructura rizomática que, como veremos más adelante, es la estructura que condice con el devenir de la obra.

«1) y 2) Principios de conexión y heterogeneidad: “cualquier punto del rizoma puede ser conectado con cualquier otro, y debe serlo. Eso no sucede en un árbol ni en la raíz, que siempre fijan un punto, un orden”.
3) Principio de multiplicidad: “en un rizoma no hay puntos o posiciones como ocurre en una estructura, un árbol, una raíz. En un rizoma sólo hay líneas”
4) Principio de ruptura del significante: “frente a los cortes excesivamente significantes que separan las estructuras o atraviesan una”.
5) y 6) Principio de la cartografía y de calcomanía: “un rizoma no responde a ningún modelo estructural o generativo”.

Hasta aquí Casero cita la palabras de «Deleuze y Guattari», luego es interesante seguir con su análisis:
“En oposición a una estructura, definida normalmente por un conjunto de nodos que señalan posiciones y de relaciones unívocas entre esos nodos, el rizoma está hecho únicamente de líneas: líneas de segmentaridad o de estratificación que conforman individualidades intensivas con la finalidad de actualizarse, pero también de líneas de fuga o de desterritorización por las cuales la misma multiplicidad virtual se metamorfosea continuamente hasta el momento de su actualización; momento en el cual, como ya lo sabemos, cambia de naturaleza. Ahora bien, el rizoma no es en ningún modo el caos absoluto del indiferenciado…”(Casero,2012,pág.3.2).

Fluye y encuentra

Ser humano, social, medioambiente, vida. La inquietud es muy antigua y vigente, por el accionar del ser humano y sus consecuencias, las relaciones de los individuos en la sociedad, (relaciones intersubjetivas) y la relación de la sociedad humana con el medioambiente han sido motivo de abordajes de ecologistas, políticos, sociólogos, escritores, artistas, etc. Esta obra, movida por el mismo desasosiego busca en forma de rizoma pensar un estadio anterior a la problemática que tiene que ver con la percepción limitada de ese paisaje que habitamos.

Muchos filósofos contemporáneos se plantean el por qué del vacío de valores de nuestra actualidad. También lo hacen los críticos y analistas de arte. Escribe Lucy R. Lippard (Modos de hacer arte crítica, esfera pública y acción directa, 2001): “Nunca desde el arte regional de los años 30 había habido tanta gente interesada en mirar a su alrededor y en dejar constancia de lo que ven o les gustaría ver en su entorno a través de lo que llaman arte. Algunas de esas personas han querido ir más allá tanto de la función reflexiva de las formas convencionales de arte, como de la función de protesta de gran parte del arte activista”, este marco acompaña las propuestas: “Bañado”, “Laguna”, “Traje-Paisaje”, “Horizonte desenhebrado”.

Junto a este marco conceptual está ligada la necesidad de comunicar que es fundamental en la elección de los soportes; algunos de ellos como el videoarte y la fotografía, admiten una mayor circulación y, por lo tanto, llegan a un público más amplio, pensando no solo en salas de arte sino en los circuitos de las redes sociales y blogs.

El deseo de decir, que provoca la búsqueda del cómo, «eso que parece simple» genera una inquietud imposible de describir con palabras. Para una aproximación, retomaré palabras de Galeano en una entrevista (La Nación Revista,2013), cuando se refiere a los “obstáculos” que saca afuera: “…Es como si tuviera vidrios rotos en el alma, que te estuvieran lastimando. Todos tenemos algún vidrio roto en el alma que lastima y hace sangrar aunque sea un poquito. Entonces al escribir, siento que puedo sacar esos vidrios fuera de mí. Al ponerlos en papel ya no me dañan. Ya no me hacen la vida imposible, sino que la multiplican, porque me permiten entenderme mejor con los demás. Porque cada uno tiene sus vidriecitos que duelen (sonríe un poco) creo que la literatura es comunicación o no es nada.”

Las acciones que realizo, están embebidas de una vivencia íntima con el medio donde se realizan, es un espacio caminado, aprehendido, amado. Caminar, eje del proyecto Setúbal, es formar parte del paisaje; recorrerlo es hacerlo nuestro, descubrir que paso a paso se llega a todos lados dejándose impregnar por los olores, los sonidos, las irregularidades del terreno, el latir del terreno a cada paso. Los uruguayos usan un verbo curioso: cuando se mudan a vivir a Montevideo al cabo de algún tiempo dicen “me agenté” (agentarme) como que son parte de toda esa gente y la ciudad se les metió adentro. El efecto de recorrer paso a paso los lugares es el mismo. En este caso me laguné (lagunarme).

Caminar es la mejor manera de conocer. Como dice Francis Alÿs, “…Caminar es un lujo, reconocer la distancia entre dos o más puntos;… entre Hyde Park y Oxford street, dos paseos típicamente londinenses ya es una oportunidad para conocer el ritmo de la ciudad a nivel de la calle…Siete caminatas por la ciudad, resultan reveladoras no solo en Londres, sino de lo que es la urbe, sus minucias, sus pequeños grandes tesoros y los sonidos visibles de su historia.”

El bañado de la laguna Setúbal, en parte de su recorrido se ha transformado en lo que Lippard (2001) define como el no lugar, esos espacios no respetados ni tenidos en cuenta porque no suman en la realidad socioeconómica de las grandes urbes.

Todas las obras que constituyen el proyecto: “Bañado”, “Horizontes desenhebrados”, “Laguna”, están determinadas por el contexto, se sitúan en lo que puedo nombrar como “mi lugar”. Vivo aquí desde hace 40 años y voy conociéndolo y aprehendiéndolo de a poco, a medida que voy creciendo. Es mi lugar en el mundo, y percibo sus necesidades que se encadenan a las mías. Es ida y vuelta.

Estas acciones artísticas pueden ubicarse dentro del concepto de ARTE PÚBLICO ya que, citando de nuevo a Lippard, este refiere a “cualquier tipo de obra de libre acceso que se preocupa, desafía, implica, y tiene en cuenta la opinión del público para quien ha sido realizada, respetando a la comunidad y al medio. El resto es obra privada, no importa lo grande, expuesta o molesta que sea…”.Así recuperamos las palabras «comunicación y compromiso social y ambiental». Se suman a la propuesta los dibujos y objetos pensados/ ideados/ armados a partir de la partícula “atómica” del paisaje, las hebras de pasto, relacionadas de diferentes maneras, tramando conexiones , ideando vínculos desvinculados, tomando la línea de horizonte para dibujar con ella estructuras frágiles con uniones delicadas, pero definitivamente vinculadas. La articulación de los elementos destaca la linealidad. Es la línea de horizonte, que se repite en los soportes alargados.
Una misma inquietud, diferentes lenguajes, un mismo sujeto, interrelaciones de lenguajes escrito, visual, audiovisual, materiales diferentes. Imagen, palabra. Signos de distintos lenguajes.

Cristina Aimaretti


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Producciones artísticas en relación con la naturaleza: ¿qué efectos de sentido tiene la incorporación de verbos/conceptos la obra de Cristina Aimaretti? Por: Magalí Moyano

Para acceder al texto Cliquerar aquí

2020. Traje Paisaje, Dispositivo Lagunero

2021 el dispositivo lagunero se encuentra para retirar en sapukay.sf (San Jose del Rincon) y en la Tienda del Molino.

Instrucciones para ingresar a ríos de aguas terrosas

Reflexiones previas:

– Si la destreza natatoria no es algo adquirido, usar salvavidas siempre. 

– Preguntar a alguien de la zona donde está la parte playa, el estado de las barrancas, algún pozo.

– Los días de extremo calor no conviene no meterse en los sitios de grandes extensiones poco profundas donde el agua se caliente mucho.

Pasos:

1- Arremangarse pantalones, polleras, etc., hasta las rodillas o usar un short o traje de baño. Sacarse las ojotas sí o sí; suelen quedar atascadas en el barro,  o lo que es peor  traban el desplazamiento.

2- Caminar hasta el inicio del agua y quedarse un rato mirando, oliendo, escuchando. Esta instancia ya completa, en sí, todo un viaje acuático.

3- Con un palo ir tanteando el fondo a medida que entramos; es nuestra sonda que nos cuenta si hay alguna rama, un desnivel, un pez dormido, una tortuga soñando.

4- Es necesario arrastrar los pies al ingresar al río. Nunca dejar de arrastrar los pies (insisto). De este modo, los peces que reposan en el fondo se desplazarán a otro sitio sin intenciones de defenderse de una pisada.

5- Al ingresar, la temperatura sorprende: puede ir de caliente a fría o ser solo una corriente fría, dependerá dela estación y de la cantidad de agua. 

6- Atención al color. Observar el dedo gordo del pie que se pierde de vista en la espesura del agua de color marrón.

7- En pocos pasos, encontrará una superficie pegajosa que se cuela entre los dedos. Es muy saludable para la piel; hay quienes viajaban a lugares muy lejanos para acudir a diferentes limos sanadores y aquí está al alcance de una pisada. Produce una sensación muy extraña, con manifestaciones variadísimas en los rostros de las personas que se aventuran. Hablo del Barro , sí sí.

8- Darse tiempo para que los pies saboreen largamente la nueva situación. Recorrer así un tramo paralelo a la costa.

9- Para tirarse al río, comprobar la profundidad. Puede haber ramas o algún otro objeto. No se sabe que hay en el agua del río; es lo misterioso, lo raro y lo atrayente a la vez.

10- Si usted nada (no digo que no le produzca nada sino que pregunto si sabe nadar) entonces apenas la profundidad lo permita, panzazo al agua. No de clavadista ni de delfín; así, de panza, para evitar enredos en posibles ramas sumergidas. Y luego flotar. ¡Qué placer!

11- En el caso de que sienta que la corriente se vuelve más rápida, no desesperar, no hacer nada (o sí, la plancha); usar la fuerza del río siempre a favor (se sabe que ir contra la corriente resulta extenuante) y con mínimas brazadas, dejarse llevar a una de las orillas. 

12- Repetir en su totalidad el proceso, para salir. Pararse atendiendo el estado del suelo y salir arrastrando los pies.

Finalmente: Volver, siempre volver.

Y en el caso de que haya llevado algo (comestibles, etc.) a la costa; botellas de agua, bolsas de plástico, paquetes de yerba, entre otros, no olvide llevárselos a su casa. Recordar que La Costa no es basuralhttp://www.instagram.com/lacostanoesbasural La Costa no es Basural

Todos estos pasos sencillos son sorprendentemente complejos ya que lo comprobado es que la mayoría de las personas nunca puso un pie en el río, que trae sedimentos danzantes.

                                              www.cristiaimaretti.com.ar

¡¡Gran oportunidad Gran!!

                          Dispositivo Lagunero. Simulador de ingreso en aguas terrosas.

         – lista con el instructivo de armado –  receta para ingreso al río -una bolsa  con barro deshidratado, y vegetales acuáticos secos ( de lienzo de algodón impresa y elaborada por una persona en estado de aprendizaje de costura). No incluye recipiente, puesto que se maneja la lógica de no sumar objetos a los ya existentes en el hogar, entonces cada dispositivo armado es diferente según quien lo prepare. Si se va a preparar el dispositivo propio, tener en cuenta que tiene que ser tierra negra que produzca barro, la turba o el arena no se amalgaman. Los camalotes secos es mejor si se pueden conseguir, pero si no, funciona igual.

Preparación:

1- Elegir en casa un recipiente de material que no posea astillas o sea cortante, que sea capaz de contener agua y resistente para pararse dentro de él. es importante que sea lo suficientemente grande para este fin, una asadera funciona también, no es necesario que sea muy profundo, pero si que se pueda entrar de pie.

2- Poner a hidratar el barro con los vegetales (si tienen vegetales, si no funciona igual) varias horas, ir removiendo cada tanto el fondo con las manos. Los vegetales son una mezcla de camalotes, canutillo y repollitos de agua que fueron recolectados ya secos.

3- Tomar todas las precauciones posibles para no tener un accidente casero, comprobar si es resbaladizo, tener cerca un apoyo o una silla.

4- Comenzar la simulación poniendo, despacio, primero un pie y luego el otro en el recipiente. Entrecerrar los ojos, evocar nuestra memoria que puede ser el paisaje costero, alguna otra conexión con el barro. el río, escuchar sonidos (que se podrán descargar de la página del museo) de amaneceres, atardeceres y noches en la isla, innovar con otras alternativas. En fin, jugar.

5- Fotografiar o grabar un video!!! Se recibirán las fotografías de cada dispositivo que participarán de una muestra virtual,  una nota contando la experiencia,  lo que sintieron, si lo desean escribir sobre  el río y el vivir cerca o lejos de esas aguas, tal vez incluso un video con el disfrute. Sería bellísimo que se enganchen fotografiando y compartiendo. Mail cabecitadebarro@gmail.com o https://www.instagram.com/cristiaimaretti/?hl=es-la o Facebook  Cristi Aimaretti.

6- Sentir el lecho del río es una fiesta para las patas que hace mucho no se adentran en el agua. Y para muchas otras que no se atreven, este ensayo casero posibilita un acercamiento. Según Karina Salinas es un “entrenamiento para lo incierto”. El dispositivo invita a lagunarse, a atreverse a una proeza imaginable.  

7- Al terminar la experiencia, luego de registrarla y  compartida se puede disfrutar del cambio que se produce en el secado del barro. Luego se puede aprovechar la tierra que quedó para una maceta con alguna semillita o quizás de acuerdo al barro, hacer una vasija.

Para Escuchar el instructivo       

        www.cristiaimaretti.com.ar

2019.Traje Paisaje

Traje paisaje.
Traje paisaje.
Una casa para vivir
Una invitación a una casa para vivirla
Una invitación a una casa.
Una casa de 3,40m de ancho,
Con muchos pequeños espacios,
Comprimida, excesiva.
traje paisaje.
Partículas de paisaje
a veces comprimidas y excesivas

Un paisaje en una casa.
Invadir la casa
Pensar, el papel de la casa,
el papel de la ciudad
la ciudad en una tierra de agua,
El papel de la tierra.
Tierra viva de insectos. Mosquitada.

A veces el agua tiene sed de tierra
La acción llegó hasta esta casa.
Atravesar la ciudad como agua
Y entrar en la casa.

Cristi M. Aimaretti 2019, Espacio A

Las fotos están ordenadas en función al recorrido por la casa. Empezando en la ventana del frente todos los viernes se instalaba una instalación de recepción así como una pequeña picada, quienes vinieron eran huéspedes y así era su atención, la escalera del ingreso era solo para bajar, En el Living comedor estaban «El Papel de la Tierra», intervenido por Aldana Mestre con un Mapping, «Refugio para amparo posible», una pantalla a modo de televisor con «A veces el agua tiene sed de tierra», instalación «Cada Hebra un latido» luego en el distribuidor otra parte de la serie «Refugio para amparo posible», una mesa con la picada, una puerta que daba a la sala de revelado donde colgaban retratos en grafito y en barro sobre papel, la video performance «Quiero» y una pintura de óleo sobre lienzo de la serie «Los Escorzos de La Tierra». Luego encontrábamos una escalera Caracol, sí CARACOL que se transformó en una instalación transitable con pared de caracoles «de Petos y Corazas», al llegar el suelo era un embalsado de totoras para pisar allí los carteles conducían a la instalación «Transparencia, reserva forzosa» que tenía sonidos de agua. Allí había otra escalera que recorría una instalación armada con ·estado de Naturaleza» y una silla para llegar arriba donde estaba la caña que acompañó la performance y en la inauguración y todos los viernes la pared del edificio vecino se transformó en pantalla gigante para proyectar la misma performance llegado a la casa. Al bajar el regreso era por una habitación cuyo ingreso tenía telas mosquiteras que había que abrir para pasar a un espacio iluminado de rojo dende estaban apoyadas y colgadas piezas de la serie «Mosquitada» con un sonido potente de zumbido de mosquitos. Luego para seguir se pasaba por otra puerta con mosquiteras a modo de cortinas y desde el pasillo la pared del edificio vecino reverberaba de imágenes si se miraba atrás, la escalera de caracoles asomaba, al bajar las escaleras una última pequeña pieza de «refugio para amparo posible» Para bajar con mucho cuidado y encontrarse con la puerta de salida. A las acciones que se fueron desarrollando todos los viernes que duro la muestra, de las cuales participaron; Mariana Gerosa, en «ensayo de mimesis (body painting)», Karina Mendoza, que intervino con un micro universo maravilloso una de las instalaciones. También hubo lectura de poesías por Gabriela Schuhmacher, Cecilia Rugna, Maria Cecilia Moscovich y Candelaria Rivero (sugeridas por Pablo Cruz), algunas ediciones de «a veces el agua tiene sed de tierra» llegaron hasta la casa durante la muestra. Un placer trabajar en conjunto en «Espacio A» con Aldana Mestre y Santiago Ibarra.

2017. Recolección. Producción

«Recolección. Producción». Exposición individual. Fundación Ramseyer Dayer. Esperanza. 2017.
Curaduría: Raquel Minetti

 

 

Cada punto un latido,  dice Cristi Aimaretti, mientras teje la manta de pasto,
un tejido que nunca acaba,
que va dejando la humedad del campo suspendida en suspiros.
Manta.

Como una chamana, también cose uno a uno los caracoles recolectados en el bañado,  construyendo  un peto coraza  o  simple círculo.
o los encierra – caracoles y pasto- creando  paisajes mínimos en pequeñas cajas, para protegerlos de la  desaparición.

Ensaya nudos que van uniendo hebras frágiles en  una urdimbre liviana que al menor soplo de aire transforman el espacio.
Estructuras Leves.

Recorre el bañado y recolecta caracoles, pasto, barro,
construye mundos tejidos, hilvanados, dibujados, ensayando poéticas que dan sentido al lugar  donde vive.

Raquel Minetti